La campaña electoral empezó en Salta y con ella las fake news y desprestigios entre los candidatos. Un dúo que dio inicio a la interna fuertemente es el de dos candidatos a la intendencia de capital del oficialismo, la actual intendenta Bettina Romero y el senador Emiliano Durand. Más allá de lo que se sabía que provocaría dicho enfrentamiento, ahora salió a luz una acusación muy grave contra la municipalidad.

La acusación se basa en una investigación del Ministerio Publico Fiscal, que empezó por una denuncia de unas pintadas que realizaron en el municipio de San Lorenzo, en contra de Emiliano Durand. En las paredes escribieron “Emiliano con los chicos no”, hecho que ocurrió cuando se confirmó la candidatura del senador.

En ese momento, tomó intervención la Fiscalía Especializada en Ciberdelincuencia, que dirige Sofia Cornejo Solá, e identificaron las personas autoras de las pintadas con las cámaras de vigilancia de la zona. Pese a que la investigación se encuentra en estado de reserva, se difundió que los autores de las pintadas contra Durand serían trabajadores de una cooperativa desmalezadora perteneciente a nada menos que la municipalidad de la ciudad de Salta.

Cuando parece que los datos están más que claros, apareció un segundo que agravó más la situación, dicha cooperativa sería dirigida por Juan Esteban Romero y se habría identificado a los agresores porque fueron quienes trabajaron con Romero en la campaña electoral anterior.

Sin embargo, no es la primera vez que una cooperativa desmalezadora queda involucrada en estas tareas de campaña sucia, dado que meses atrás trabajadores de desmalezado de la fundación Futuro Amado, denunciaron que Juan Esteban Romero, les exigía poner plata de su trabajo para su campaña política y los extorsionaba, y que, ante su negativa, los dejó sin trabajo.

Por lo que al parecer estas pintadas contra Durand responden a una directiva de los Romero hacia los trabajadores, quienes en lugar de realizar las tareas de desmalezado en los barrios que tanto lo necesitan, usan a los obreros para ensuciar a otros candidatos en un ida y vuelta por ver quien tiene más causas, quien termina más embarrado y a quien se puede desprestigiar más, en pos de ganar una elección. Con lo que tanto Bettina Romero como Emiliano Durand, en lugar de aportar proyectos para la ciudad, dedican el tiempo electoral en ser los protagonistas de una eterna guerra interna.