Luego de una mañana mayormente nublada, finalmente el sol se asomó de entre las nubes, y junto a las condiciones atmosféricas dio lugar al maravilloso efecto conocido como halo o aureola solar, el cual se pudo apreciar sobre el firmamento santiagueño.

Un halo solar se produce cuando la luz del sol experimenta un fenómeno de refracción por parte de cristales de hielo en suspensión en la troposfera. Comúnmente tienen un radio de alrededor de 22 grados y presentan en el borde interior una coloración rojiza.

Nuevo Diario de Santiago Del Estero