La llegada de Leandro Bolmaro a la NBA había generado gran expectativa en el básquet argentino. Elegido en la primera ronda del Draft 2020, el de Las Varillas tenía el prototipo de juego (casi) perfecto: escolta de gran físico, con mucho manejo de balón y buenas aptitudes defensivas, pero irregular desde la fundamental línea de tres. Sin embargo, nunca pudo replicar todo eso en la cancha por falta de minutos, primero en Minnesota Timberwolves y después en Utah Jazz, que le cortó el contrato en la tarde del jueves.
Tras apenas 14 jugados con 5 minutos en cancha de promedio, el cordobés no seguirá en la franquicia de Salt Lake City. Allí llegó a raíz del traspaso bomba del francés Rudy Gobert a Minnesota y, en principio, se creía que el proyecto de reconstrucción del Jazz podía ser un buen destino para que Bolmaro se desarrollara en la NBA.
Este nunca fue el caso y el jugador de la Selección argentina jugó más partidos en la G-League, la liga de desarrollo de jóvenes, que en la temporada actual de la mejor liga de básquet del mundo: «Como no estaba jugando negociamos su salida para encontrar un lugar donde sí pueda jugar», le confirmaron a Olé desde el círculo del jugador.
Ahora, Bolmaro estará las próximas 48 horas en «waivers», lo que significa que cualquier equipo de la NBA puede reclamar el contrato del cordobés y hacerse de sus servicios. No obstante, todo indica que su futuro estará nuevamente en Europa. Su salto a Estados Unidos llegó por la gran plataforma que significó su paso por el Barcelona, uno de los destinos más probables para el escolta-alero.
En 2020, Leandro Bolmaro fue elegido en el 23° pick del Draft por los New York Knicks. Luego, jugó 49 partidos en la NBA entre Minnesota Timberwolves y Utah Jazz, en los que solo dos inició como titular.
FUENTE: mdz