Tras el fallo conocido en el lunes, a los acusados, hoy condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, se esgrimió un paralelismo a la sociedad que es parte de un todo, de un motor que impulsa hechos de violencia o de repudio. Pero sin embargo se instala en el inconsciente colectivo el hecho de que lo que sucedió, vivió y cómo murió Fernando, no se repita. 
Entonces surge el interrogante para saber si asumiremos la visión y la postura de evitar estas conformaciones o actos de violencia que llevan a un desenlace fatal. 
 Por este motivo, el licenciado en Psicología Daniel Moreno fue consultado por Nuevo Diario para responder ese interrogante, desde su perspectiva profesional en el tratamiento de adultos y jóvenes. 

Impacto social
“En la sociedad, desde los medios de comunicación, se ha ido visibilizado un hecho que lamentablemente ha pasado muchas veces, pero en la forma que se fue dando, no hay una en la que se elija cuando las personas van ir tomando conciencia de lo ocurrido. Que es lo que pasará después. Y en base a eso las conductas que podamos adoptar no se pueden medir porque se termina diciendo ‘no ha pasado nada’, como cuando hay un hecho de violencia que no tiene consecuencias, donde haya un asesinato, esa consecuencia si no tiene un impacto que más después de eso. Si la muerte de una persona no marca una consecuencia en la sociedad estamos muy lejos de tener una cierta normalidad dentro de la misma”, comentó el profesional. 

Interpelar a la violencia
En tanto el profesional, que trata los casos de jóvenes y adultos, remarcó una mirada para lo que sigue luego de todo lo que se vivió y se trató ante la pérdida de un joven a manos de otros y que las imágenes de el asesinato recorrió durante 3 años los canales de noticia y las redes sociales. En este sentido, ¿Seremos capaces de tomar cartas en el asunto e intervenir para que eso no vuelva a suceder?  
“Hay algo que tiene que impactar en todos nosotros para no naturalizar la violencia por más que no haya una consecuencia fatal como una muerte, hay que problematizar y pensar a la violencia desde lo más mínimo, desde un agravio verbal en cualquier área, como en reuniones sociales, en la familia o en lo laboral. Porque si se dejan pasar todos estos puntos se llegan a estos desenlace fatales. Y en cuanto a los padres la ausencia de límites y una noción de lo que está bien y mal debe estar presente para evitar la violencia”, cerró el Lic. Moreno. 

Nuevo Diario de Santiago Del Estero